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Desde esta noche y por una semana comparto habitación con una mujer de Virginia (EEUU), ella adoptó a una niña, hace 15 años, de aquí, del hogar. El año pasado, la niña (bueno tiene 24 años en la actualidad), quiso saber de sus raíces y se vino a Pereira con su madre adoptiva(la mujer con la que comparto cuarto). En dos dias conoció de donde procedía y encontró a su hermana, solo que en unas condiciones bastante precarias...vivía con su novio y su hija de 1 año en una chabola apartada sin cocina, baño,...en fin, en esas condiciones en las que vive un monton de gente por acá. Desde EEUU ellos tratan de enviarle la ayuda que necesitan pero claro, es dificil para cualquiera mantener a otra familia...La hermana de esta chica ahora estudia (gracias a las ayudas que les envían desde EEUU) y viven en un apartamento que por lo menos dispone de una minimas condiciones de salubridad (humilde pero suficiente para empezar). El novio trabaja vendiendo cigarrillos y chicles en la calle (gana así como para comprar un pañal cada cierto tiempo y algo para comer en el dia).Se me ponían los pelos de punta, esta noche cenando con la madre, cuando nos contaba la historia, si, por un lado, había sido duro encontrarle asi en esas condiciones, por otro, daba gracias a Dios, de haberla encontrado viva y de que no tuvieran una adicción a ninguna sustancia psicotrópica...otra situación muy común por acá. Es otra de las historias, que probablemente habría podido oír con anterioridad, pero ponerles rostro y escucharlo en primera persona me sigue poniendo los pelos de punta, y me hace reflexionar sobre la fe tan grande que se puede llegar a tener para que te haga salir de situaciones como estas....gran parte de la población mundial son supervivientes...cada vez lo veo más claro...
Esta chica con su hermana y la hija de la hermana, vendrán mañana por acá y pondré rostro a una historia que ha movido tantas emociones intensas en estas personas.